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A menudo nuestros hijos nos ponen a prueba. Muchas veces sin ser conscientes de ello y otras sí dependiendo de su edad.
La infancia es una época difícil para muchos padres sobre todo cuando hablamos de rabietas incontroladas.
A veces nos crea impotencia no saber como controlarlo y no existe una varita mágica para pararlo, pero sí podemos ayudarlos a acabar con ello, o por lo menos a que aprendan a controlarlo.
Muchos padres intentan razonar con ellos, pero al igual que nos pasa a los adultos, ante un estado de nervios momentáneo muchas veces no somos capaces de razonar y escuchar en ese momento.
Es importante detectar en qué situaciones se producen para poder buscar una solución.
Habréis leído muchos tips que poner en práctica y aunque algunos nos funcionan, lo más importante es conocer a nuestro hijo.
Lo que nunca nos va a servir es darle lo que quiere en ese momento, ya que, sin quererlo le estamos ofreciendo un refuerzo negativo que no le va a beneficiar, ya que, seguro, volverá a hacerlo. Tampoco nos servirá darle explicaciones muy complicadas, ya que, en ese preciso momento no lo entenderá.
Solo necesita sentirse comprendido y órdenes cortas y claras.
Siempre nos dicen que decir NO, no es educarlos en lo positivo, pero a veces con ese simple no están entendiendo que esa forma no les va a funcionar.

Lo que podemos probar es:
1. Intentar comprenderlo
2. No desesperarse, ya que, se lo vamos a transmitir a ellos
3. Darle respuestas cortas y claras sin demasiadas explicaciones
4. Esperar a qué se calme
5. Cambiar el foco de atención en algo

Articulo de EVA ESCRIBANO