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Las complicaciones de la adolescencia como fase de metamorfosis

11/04/2021

La adolescencia es una fase de metamorfosis muy complicada para padres e hijos. El paso de niño a adolescente implica múltiples cambios biológicos, físicos, hormonales, psicológicos...

Algunas veces experimentan ansiedad, depresión, falta de autoestima, estrés, agresividad,  una gran autoexigencia, preocupación excesiva por la propia imagen, anorexia, bulimia...Y a todo esto podemos sumarle las modas que van cambiando.

Actualmente, según un estudio realizado, 1 de cada 4 adolescentes se autolesiona, no lo considera un problema, lo esconde a la família y además lo comenta con sus amigos como si fuera un tabú.
Si en algún momento identificamos un problema de este tipo es importante buscar ayuda profesional sin alarmarse excesivamente a priori.
La mala gestión de las emociones y los continuos cambios a todos los niveles pueden llevar a distintos trastornos.
El papel de los padres es muy importante, ya que, son quienes guían en el camino y dan el apoyo que necesitan a sus hijos.
A pesar de ser una etapa en la que huyen de ellos por sentirse mayores, por vergüenza o por sentirse incomprendidos, es importante no quitarle importancia a lo que para ellos es algo super traumático, o bien motivo de un gran enfado o gran alegría. Todo lo que está experimentando es muy grande para él/ella .

Debemos escuchar, comprender, dejar libertad sin dejar de guiar y sobre todo prestar atención a sus necesidades.
Ser adolescente no es fácil. Están forjando su personalidad, están tomando decisiones continuamente sobre como quieren ser, con que personas forjar amistades, que quieren ser de mayores, además de ver como cambia su cuerpo. Y si a todo esto le sumamos los continuos cambios hormonales el resultado es una bomba de relojería.

Hay quienes consiguen pasar esta etapa sin muchos problemas, pero en general uno u otro hace sufrir a los padres por no conseguir comprenderlos y el resultado suele ser que el adolescente se aleje de ellos cada vez más. Tenemos que comprender que nuestro hijo/a se está preparando para empezar a volar solo/a en un corto plazo de tiempo. Cada vez exigirá más independencia y no sirve dejar que haga lo que quiera.
Hay que seguir poniendo límites pero sin dejar que pierda nuestra confianza e ir soltando poco a poco la cuerda que les ata a nosotros a medida que vaya demostrando que puede hacerlo solo/a.
Probablemente, será la etapa más difícil que nos toque vivir tanto a padres como a hijos, pero como todas ellas acabarán pasando y debemos pensar que todo irá bien.

Eva Escribano. Psicologa.

Archivado en: Infancia-Adolescencia